Me encanta observar a Diego, puedo pasar horas y horas observando lo que hace; como reacciona a estimulación y su conducta cuando tiene hambre o está cansado. Ésta tarde observé que Diego estaba observando muy detenidamente y por largo rato a uno de sus juguetes. No le hablé para no distraérlo, pero finalmente se dió cuenta de que lo estaba observando. Creo que no soy la única a la que le gusta observar.