Por alguna otra razón, Diego se despertó anoche a las 11:00 pm y no concilió el sueño nuevamente hasta la 1:00 am. Revisamos su pañal, tomó una botella de leche, lo abrazamos, le dimos besos, le cantamos, lo acostamos con nosotros, hicimos todo y el nada más no se dormía. De repente, estando en la cama con nosotros, dijo y señaló a papá y nos regaló una hermosa sonrisa.
Que pasó? No sabemos y no lo sabremos, pero en fin, es una de esas cosas que vive uno como padres. Uno no encuentra la manera de consoloar a su pequeño y ellos aún no pueden expresar lo que les pasa. Aún con la desvelada, pero siempre hay fuerza para disfrutar de momentos bellos con Diego aunque estemos con ojos de mapache.
He aquí Diego, ayudándome a preparar su ropa para cambiarlo.
Por qué no? Un libro más para leer antes de dormir.