El abuelo vino a visitarnos un ratito esta noche y aprovechó el momento para jugar con Diego. Se pusieron a construir torres y después a jugar con el tren.
Diego ha vuelto a ser él mismo nuevamente. No para de correr, brincar y de platicar hasta por los codos.
¿Quién es ese señor con cara de plato?
Oh no, es el abuelo.