Solo tomó unos cuantos minutos para que Diego vaciara la caja de pañuelos. Yo estaba en la cocina y no escuche nada de ruido, usualmente cuando eso pasa, es por que alguna travesura esta haciendo. Cuando entré a la recámara Diego estaba envuelto en pañuelos. Me vió, extendió su mano hacia mi ofreciendome un pañuelo y dijo "mocos". Asi es, solo reí y reí.
Esta mañana Jay y yo llevamos a Diego al centro comercial para que se tomará una foto con Santa. Pues he de decir que no fue mucho de su agrado, más bien estaba renuente y escéptico a todo el show.
Todo un contraste en las fotos del día de hoy, arriba navidad y abajo todavía con un monton de hojas del otoño.