Diego tuvo un intenso día, empezó con su clase de estiramiento y balance seguida de un buen tiempo en el parque, Después fuimos a la iglesia y de ahí a Ikea. Estaba agotado mi pobre niño y se quedó dormido en el regreso a casa.
Después de cenar tomó un rico baño y fue tiempo para relajarse un rato viendo televisión. Aquí está mi niño de concha en el sillón.
En la mañana, Diego me dijo muy preocupado, "Tengo que ir a mi clase, mami" y una y otra vez me decía lo mismo. Disfruta mucho su tiempo ahí, y Jay y yo nos quedamos sorprendidos de lo bien que siguió las instrucciones de la maestra y lo bien que hizo todos los ejercicios.