En otra nota, hoy fuimos a nadar Diego y yo. Por alguna razón Diego no encuentra fascinante él agua como solía antes. Se resiste a nadar y aún más a aventarse al agua. Espero que esto sea un temor pasajero solamente.
Aqui está Diego jugando con sus carros y camiones de construcción. Se puede apreciar su emoción, abre su boca a más no poder y mueve sus brazos como pajarito a mil por hora.
Aqui está Diego jugando con sus carros y camiones de construcción. Se puede apreciar su emoción, abre su boca a más no poder y mueve sus brazos como pajarito a mil por hora.