Cuando
terminamos de construir nuestra casita aquí en México, dejamos algunos detalles
inconclusos como la puerta de la oficina, que hoy en día es el cuarto de Diego.
Como esta vez estaremos más tiempo, decidimos poner su puerta, así podrá dormir
sin ruido y nosotros también tendremos más libertad de hacer uso de la sala
mientras él duerme. Ahora sí, su propio cuarto en la casita con todo lo que necesita.
Creo que no extrañará su cuarto en Canadá. Él está aquí muy tranquilo y quitado
de la pena.