Jay estuvo todo el dia en su conferencia, asi que Diego y yo nos fuimos de vagos. Lo lleve al museo de los ninos, donde pudo jugar hasta que se canso. Bueno, de hecho el tenia todavia mucha energia y no queria irse de ahi. Jugo a los bomberos, al antropolgo, fue de compras al super, jugo con el agua, jugo boliche y tambien jugo en la casa del arbol. El lugar perfecto para que los ninos exploren su potencial.
Tomo su merecida siesta de dos horas y despues nos salimos a caminar nuevamente.
Diego, disfrute mucho verte tan entretenido y con tanta curiosidad por conocer cada rincon del museo.
En camino al museo nos encontramos con esta barda de cuerda.