Lo primero que escuché esta mañana al despertar fue la oración de niñito Jesús y venía del cuarto de Diego. El no estaba diciendo la oración, pero estaba escuchándola repetidas veces. Resulta que recibió una almohada de regalo cuando estuvimos en México, que le aprietas un botón y recita la oración. Diego encontró la grabación y la sacó de la almohada y cada que terminaba la oración volvía a presionar el botón para escucharla nuevamente. Él estaba muy sorprendido de lo que podía hacer.
Esperamos que después de haberla escuchado varias veces se la vaya a aprender. Buen trabajo, Diego.