El otoño llegó y con él los bellos colores de la estación. Hoy finalmente pudimos ir a caminar al bosque y también llevamos a Diego a una huerta de calabazas. Cuando llegamos a la huerta, Diego como que estaba un poco sorprendido por las calabazas y se aferró fuertemente a Jay y no lo quería soltar. Ya después de un rato se familiarizó con ellas y hasta posó para unas fotos.
He de decir que me encanta el otoño y disfrutamos mucho el caminar en el bosque. Con dos termos de atole que hizo Jay en la mañana y con unas timbits estuvimos más que equipados para el camino. Diego disfrutó la vista desde su silla en la espalda de papá. No se quejó e iba muy contento. Pudimos sacar algunas fotos para nuestra colección de recuerdos.