Diego fue a caminar con papá el día de ayer y en el camino compraron unas timbits. Para los que no saben que son las timbits, es como si fuera una dona chiquita hecha bolita. Quedaba la última en la caja y Diego fue el afortunado. Deberían de ver su cara de alegría cuando pide una timbit y más cuando la recibe.
No se dejaba tomar fotos, solo estaba ahí sentado dando vueltas. Esta fue la mejor de ellas.