Diego recibió un oso de peluche en uno de los baby showers que mis amigas me hicieron. Mes con mes he tomado fotografías con él el día de su cumple mes y ha sido un ejercicio interesante para ver como va creciendo Diego y como va interactuando con su oso. Esta tarde después de comer se puso a jugar con él y lo que más me llamó la atención fue la ternura con la que lo abraza y que cada que lo ve quiere refugiar su cara en la panza del oso.
Por otro lado, la muela #4 está en camino. Hoy Diego estaba rechinando sus dientes, no imagino las molestias que debe sentir. Pobrecito de mi niño, pero ni modo, tiene que pasar por esta etapa.