Fue un domingo de flojera, lo único bueno que hicimos fue ir a la iglesia. Al regresar Diego y yo tomamos una merecida siesta después de la comida. Me encanta pasar tiempo con Diego haciendo cualquier cosa. Esta tarde jugamos a formar palabras con las letras que ya sabe.
As[i es, tal y como aparece en esta foto aún no deja su hábito de ponerse el dedo en la boca. Ya no sabemos que hacer, se aceptan sugerencias.