El otro día le pregunté a Diego cuál disfraz quería para Halloween. Le di dos opciones ser un bombero o un perrito. Me contestó que quería ser un perrito porque ya sabía como hacen los perritos y también porque ya sabe como mover la colita, y me hizo una demostración. No me quedó más que apoyar su decisión.
Hoy vió su disfraz de perrito en el closet y quiso usarlo.
Aquí está mi perrito comiéndose una paleta de hielo. Que por cierto, le pedí una mordida y me dijo, "pero solo poquito mami"
Finalmente, papá tuvo tiempo de armar su rampa de hot wheels para Diego. Jay tardó más en armarla que Diego en desarmarla.