Diego se portó excelentemente. No se enfermó más que un par de días que tuvo un poco de tos pero nada más. Realmente disfrutamos de todo lo que hicimos y especialmente experimentamos México de una manera diferente pues ahora tuvimos un bebé con nosotros.
Después de un largo día viajando, ya en este momento nos encontramos en el aeropuerto
de Charlotte para volar hacia Toronto. Diego está descansando de estar por tantas horas en los brazos de Jay y míos y ahora está acostado en el piso en la sala de espera.
Amamos México y regresaremos pronto.
