Por otro lado, hoy fue el segundo día de Diego con Janis y todo estuvo bien. Tomó su siesta muy bien, comió y jugó con otros niños. Siempre la mejor parte del día es cuando Diego me ve llegar, va hacía mi y me da un fuerte abrazo que no se me quiere despegar.
Y para terminar bien el día, que mejor que con una terapia de risas.