El día de
hoy fue un poco nostálgico, no para Diego, pero sí para mí. Fuimos a visitar la
SEP (Secretaría de Educación Pública), lugar dónde solía trabajar antes de
mudarme a Canadá. Llevamos a Diego para que mis amigos lo conocieran y también
para que Diego conociera donde trabajó mamá por casi 10 años. No precisamente
el lugar físico trajo recuerdos, pues en esas instalaciones yo únicamente
estuve por poco más de medio año, pero más bien fue el hecho de ver a mis
antiguos compañeros de trabajo y amigos el que trajo buenas memorias. Diego
conoció a no sé cuántas personas el día de hoy. Al terminar ellos de trabajar, Lalo
nos invitó a comer al Centro Castellano, un restaurante de deliciosa comida
española en la calle de Uruguay, en el centro y Meche nos acompañó también. Ahí,
aparte de degustar de una excelente comida, disfrutamos de una buena plática
para ponernos al corriente de eventos ocurridos en nuestras vidas en los
últimos dos años.
Espero que
Diego cuando sea grande vaya a tener la oportunidad de disfrutar de amistades
duraderas cómo las que yo he podido mantener.
Diego sentado en la que fué la oficina de mamá.
En cuanto al desarrollo de Diego, hoy pudo estar sentado por más tiempo. Aún sigue teniendo soporte de almohadas a su alrededor, pero pudo equilibrar mucho mejor su peso para no irse hacia adelante.