Monday, February 3, 2014

Globo

Sorprendentemente uno de los globos con el que adornamos el regalo de cumpleaños de Diego, aún vive. Así es, más de dos meses y aún está en muy buena condición. Diego lo encontró hoy debajo de una silla y fué su máximo entretenimiento. Hasta lo metió a la tina con él y no paraba de aventarlo para arriba pues disfrutaba como caían las gotas de agua al mismo tiempo.

Diego siempre me hace pensar en la sencillez y en la simplicidad pues él está feliz con muy poco. Me pregunto cómo y cuándo es que empezmos a desear más cosas para sentirnos felices. No nos basta lo poco para sentirnos plenos. ¿Será que tenemos que recordar que debemos volver a ser como niños?