Monday, July 11, 2016

Hacienda Panoaya

Ha decir verdad, no sé cuál día ha sido el más divertido durante nuestra estancia en México. Hoy Mely y Jene nos llevaron a la Hacienda Panoaya, con muchísimas actividades para niños y grandes. Diego disfrutó mucho el día y nosotros también.

Que bien que no tuvo miedo de acariciar a una linda cabrita.
 Y nosotros aquí con algunos amigos.
 Y la cabra seguía a mi niño por todas partes.
 Se atrevió a tocar a este animal que no recuerdo su nombre, pero su pelaje era muy áspero.
 Diego:¡Oh!, ¿Dios que estoy haciendo?
 Me encanta su sonrisa en esta foto.
 Sus manos en su cara lo expresan todo.
 Esta fué una de mis fotos favoritas.
Su mero mole de Diego.

Listos para la tirolesa.

 Bonus agregado a la visita, la casa donde vivió por una parte de su infancia Sor Juana Inés de la Cruz.
La inmensidad del cielo y la grandeza y esplendor de la belleza natural.
 En las rocas.
Me encantó este laberinto hecho de árboles de cedro. Ya nos andaba por encontrar la salida pues se avecinaba una tormenta.
 ...salimos!
Una merecida comida después de tanta actividad.
Y seguimos con el paseo en lancha, tratando de chocar con esta linda pareja.
Disfrutó el paseo en caballo aunque su cara no lo demuestra.

Y no pudo faltar también abue montando.

A darle a las bicicletas!