Lo bueno del día de hoy es que Diego, finalmente, tomó su siesta; después de no haberlo hecho por tres días seguidos. Estuvo con Jay el día de hoy y fueron al parque a jugar con la nieve y en el tobogan. Funcionó pues estaba cansado y durmió como bebé. Mañana me toca llevarlo a su clase de natación y después a disfrutar el día en casa.
Aquí mi inquieto hijo subiéndose y bajándose de su cuna. Es un trépido este niño mío.