Y más diversión

Papá enseñando a Diego como saltar de las rocas. 

 Disfrutando de un día bello.

Y hora de comer un fondue de chocolate. El cuál duró el día y la víspera.

Tuvimos un visitante hoy.

Grandma les trajo papalotes para volar.

 Observando el atardecer.

Y finalmente pescaron algo. ¿Si pueden ver el pez verdad?

Grandma siempre tiene algo más con que entretener a los pequeños. Ahora fué tiempo de jugar con serpientes de espuma.

Papá preparando la fogata para la noche.

Buenas noches. Gracias Dios por tantas bendiciones.

Carrera de veleros

Una mañana relajada para preparar sus habilidades creativas para hacer unos veleros y ponerlos a concursar.

Que empieze la actividad de hoy.

El velero de Diego, claro con la ayuda de mamá.

 Ethan y Diego trabajaron duro en equipo para poner la lancha en el agua. Primero los dos empujando.

... después uno empujando y el otro jalando.

 Pero finalmente lo lograron y ahí van.

Después de la lancha fue el Kayak . Ethan se sintió muy bien de poder llevar a Diego a un paseo.

 Y eh aquí los veleros que resistieron las corrientes en el río.

Pescando

Otro día fabuloso en la cabaña. Pasando tiempo con mi niño.

Le encanta pescar.

 Tiempo para ir de paseo en la lancha de grandpa.

Rumbo a la cabaña

Rumbo a la cabaña al pie del Río Saint Lawrence. Hicimos una parada en este lugar y para nuestra sorpresa estuvo lleno de felicidad para Diego. Mmm, ¿Qué dulce podré escoger?

Encontramos de todo y hast una manzana enorme. 

 Grandpa no se cansa de jugar con Diego.

Listos para ir por un paseo en tren.

Y finalmente llegamos a la cabaña. A disfrutar de una relajadas vacaciones.

 Preparándose para pescar con papá y grandpa.

  

En Canadá

De regreso en Canadá. Diego disfrutando de la pelota que abue le hizo.

Con Aurora

Julio 12, 2016.

Casi se termina nuestra estancia en México, pero aprovechamos hasta el último momento. Angy y Aurora vinieron a visitarnos.

Hacienda Panoaya

Ha decir verdad, no sé cuál día ha sido el más divertido durante nuestra estancia en México. Hoy Mely y Jene nos llevaron a la Hacienda Panoaya, con muchísimas actividades para niños y grandes. Diego disfrutó mucho el día y nosotros también.

Que bien que no tuvo miedo de acariciar a una linda cabrita.

 Y nosotros aquí con algunos amigos.

 Y la cabra seguía a mi niño por todas partes.

 Se atrevió a tocar a este animal que no recuerdo su nombre, pero su pelaje era muy áspero.

 Diego:¡Oh!, ¿Dios que estoy haciendo?

 Me encanta su sonrisa en esta foto.

 Sus manos en su cara lo expresan todo.

 Esta fué una de mis fotos favoritas.

Su mero mole de Diego.

Listos para la tirolesa.

 Bonus agregado a la visita, la casa donde vivió por una parte de su infancia Sor Juana Inés de la Cruz.

La inmensidad del cielo y la grandeza y esplendor de la belleza natural.

 En las rocas.

Me encantó este laberinto hecho de árboles de cedro. Ya nos andaba por encontrar la salida pues se avecinaba una tormenta.

 ...salimos!

Una merecida comida después de tanta actividad.

Y seguimos con el paseo en lancha, tratando de chocar con esta linda pareja.

Disfrutó el paseo en caballo aunque su cara no lo demuestra.

Y no pudo faltar también abue montando.

A darle a las bicicletas!