Ha pasado un mes más y nuestro bebé ya cumplió 4 meses. Diego pesa 6.69 Kg y mide 66 cm. Diego nos sorprende cada día con las cosas nuevas que puede hacer. La casa tiene ahora esa chispa que le hacía falta y ahora se respira un ambiente de curiosidad y ternura. Diego es más ruidoso cada día. En las mañanas cuando se despierta se pone a cantar o a platicar consigo mismo, claro a manera de balbuceo. El puede despertarse y estar en su cuna por un largo rato hasta que Jay o yo vamos a cargarlo para darle los buenos días. Siempre me encanta cuando entro a su cuarto, abro la persiana y le digo buenos días y Diego me recibe con una sonrisa de oreja a oreja. Cada día tiene más fuerza en su cabeza y en sus brazos, y no se diga en sus piernas. Se la pasa pateando cada vez que está en su silla o cuando le cambiamos de ropa. Estamos más que bendecidos con la vida de Diego en nuestras vidas. El es nuestro pequeño angelito.
Bueno tengo que contar esta historia. Diego estaba dormido y yo estaba en medio de escribir la historia del día de hoy cuando lloró de repente, fui a ver que pasaba, lo cargué y al parecer le había quedado aire después de que comió. Se despertó y después empezó a llorar pues no se podía quedar dormido otra vez. Ahora me doy cuenta de que Diego ha empezado a mostrar cuando algo le molesta. No le gusta que su sueño sea interrumpido, igual que su madre. La única excepción es cuando Diego interrumpe mi sueño, esto si se justifica.
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