Lágrimas y risas

Hoy fué un día de pagar las consecuencias de los múltiples brazos que Diego tuvo en México. Eran las 2:45 pm y Diego tenía que tomar una siesta pues no había dormido desde la mañana, así que lo puse en su cuna y ahí empezaron las lágrimas y el llorar. Con el dolor de mi corazón lo dejé llorar por casi 20 minutos hasta que se quedó dormido. Tomó finalmente 1 hora de siesta.

Por cierto, Diego no se queda en la misma posición en la que lo dejo cuando lo acuesto. Así fué como lo encontré cuando se despertó. Estaba totalmente atravesado en la cuna.

Cuando se despertó ya tenía una sopresa para él. Había colocado un columpio brincolín en el comedor. Al principio no sabía que hacer ni como moverse, pero no tardó más de 3 minutos en encontrarle el modo. Creo que sera un buen entretenimiento este verano.