Diego se convirtió en un pequeño dragón el día de hoy. Fue toda una lucha sacar fotos de él con su disfraz, se necesitaron de 4 personas para lograrlo pero al fin se pudo.
Por otro lado Diego ha hecho muchas cosas nuevos, hoy se puso a bailar y bailar, nada más oye música y agarra el ritmo. También le ha dado mucho por menear su cabeza para decir no. Cada vez que lo hace se ve tan chistoso pues sacude su cuerpo de la cintura para arriba y sus ojos se le van para todos lados.
Hoy también tuvimos una visita sorpresa, Beto mi primo de Durango vino al D.F. y fue muy agradable platicar con él.
Ya en la tarde para terminar el día fuimos a ver las ofrendas del día de muertos en la explanada de CU. Todo era nuevo para Diego y el afortunadamente no se espantó con todos los personajes que vió. Pasamos en frente de la Facultad de Filosofía y Letras y vinieron a mi mente muchos buenos recuerdos. Platicábamos también que tal vez Diego va a estudiar algo en la UNAM algún día, al fin y al cabo es Mexicano también.
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