Mamá

Diego no me perdía de vista ni por un segundo el día de hoy. Apenas me le desaparecía unos minutos y empezaba a llamarme, 'mamá, mamá' hasta que me buscaba en cada habitación, me encontraba y cuando al fin me veía, me sonreía. Una vez, hasta me le desaparecí a propósito por unos segundos pues me encanta escuchar su tierna vocecita diciendo 'mamá, mamá'.

Diego, no te imaginas la alegría que traes a mi corazón cuando me buscas y me dices mamá. Eres un gran regalo.

Hoy Diego también disfrutó de su clase de natación en la mañana, fué la primera vez que nadó con chaleco salvavidas y al menos no le incomodó tanto. Eso si, mi angelito tiene tanta energía que hay que cansarlo para que duerma bien, asi que antes de ir a dormir fue a caminar con papá.