Mucho amor

Diego y jay juegan a veces muy rudo. En ocasiones ni se les encuentra forma alguna.

Foto, foto

Estaba en la cocina, cuando Diego me grita y me dice, "mami, foto, foto". Él estaba cómodamente acostado en lo más alto del respaldo de la silla. Te amo mi niño.

Feliz Cumpleaños Papi!

Un año más de vida para mi amorcito. Gracias a Dios por todas las bediciones que ha recibido; salud, una hermosa familia, un lugar donde vivir y un trabajo.

 Que le muerda, que le muerda!

 Diego y Ethan disfrutando de los ricos platz de durazno.

Cuerda floja

Sus abuelos llevaron a los nietos a Safari Niagara, además de ver a loa animalea también probó sus habilidades para andar en la cuerda floja. Quien iba a decir que iba a ser tan atrevido a su corta edad.

Abrazos y tomates

Al llegar a la casa esta tarde, recibí uno de los mejores abrazos en mi vida. Diego me recibió con una gran sonrisa y un abrazo fuerte. Después al terminar de comer, algo pasó y empezó a llorar, me buscó y nuevamente me abrazó fuerte. Diego no es mucho de dar abrazos, así que hoy hasta me dió doble.

Después de comer fuimos él y yo a cosechar algunos tomates verdes a la huerta de Ryan y Amanda. Diego feliz, pues aprovechó para jugar con Sydney.

Y para antes de dormir, no hay como disfrutar de una buena lectura con papá.

Creciendo

Hoy tuvimos un excelente día conviviendo con amigos de la iglesia y especialmente con Jonathan, Melissa y Simeon que vinieron de visita de Alemania. Además de haber disfrutado de compañía muy grata, el clima estuvo hermoso y Diego disfrutó también mucho brincando en el jumpilin, como el llama al trampolín. Creo que por toda la energía y adrenalina que tuvo en la tarde, se le espantó el sueño y no tomo siesta.

Ya más tarde y de regreso en casa, me puse a ordenar su closet, es tiempo de un nuevo guardaropa. Como se puede apreciar, sus chamarras como sus pantalones y algunas camisas le queda ya cortos. Yo le iba midiendo su ropa y le preguntaba si aún le quedaba y Diego respondía: "no, ya no mami. Ya no me queda". Mi niño ha crecido mucho este verano

Ethan de visita

Ethan estuvo de visita con nosotros desde anoche. Una de las habilidades de Ethan es escalar paredes, y ya ví quien esta siguiendo sus pasos.

 Preparándose para dormir. Como buenos niños que son, se están cepillando los dientes.

He aquí los dos buenos amigos.

 Los llevamos a Charles Daley Park. Estábamos en búsqueda de ver tortugas, pero no tuvimos mucho éxito.

 Disfrutando la resbaladilla.

Y ahora, tiempo de jugar boliche.

Diego intentando su mejor tiro.

 Lo que más le fascino, fué ver como regresaban solas las pelotas por la banda.

Diego tuvo un muy buen día con Ethan, entre juegos y risas, terminamos la visita con un rico lunch. 

Cajas hablantes y caminantes

Esta tarde estuvimos preparando la cena para las personas del refugio nuevamente. Mientras los adultos trabajaban en la cocina, los niños se entretuvieron con simples cajas de cartón que estaban a punto de ir a la basura.

¿Pueden adivinar quien está ahi?

Así es, es Diego, Danae y Ethan. Ellos le dieron vida a las cajas de cartón.

Todo un caballero

Diego es todo un caballero. Esta mañana me estaba bañando y Diego estaba jugando con sus trenes en la sala de abajo. Terminé de bañarme y cerré la llave del agua, en cuanto Diego esuchó que ya había terminado, vino corriendo al baño, jaló mi toalla del gancho, me la dió y dijo "ten mami". Hizo mi día este gesto de amor. Aprecio mucho las atenciones que tienes hacia mamá, Diego. Eres un hermoso caballerito.

Mucho calor

Así es como Jay acostó a Diego para su siesta esta tarde.

 Y así es como yo lo encontré cuando llegué de trabajar, sin pañal. Me imagino que tenía calor al dormir. Bueno, al menos le encontró solución a su problema el mismo.

Un largo día

Hoy fué un largo día de trabajo y no ví a mi niño hast la noche. Al menos me habló por teléfono a la oficina durante mi hora de comida y me dijo: "Te amo, mami".

Aquí una foto de él, de hace un año. Estábamos en México por estas fechas.

Escape

Pues cuando pensábamos que el corral era seguro, ya no más. Diego entra y sale de el, como "Pedro por su casa". Había olvidado a su oso y su cobija ahí después de su siesta. Para pronto puso una silla, se metió y le encontró el modo también de salir. Bueno, al menos no se sale cuando es hora de su siesta.