Lo del título de la historia del día de hoy es porque Diego estuvo esta noche como montaña rusa. Su carácter subía y bajaba de tono cada 5 segundos. Un momento estaba llorando, frustrado y haciendo su drama y a los dos segundos estaba feliz de la vida carcajeándose. Jay y yo sólo volteábamos a vernos el uno al otro diciendo y no hacía is más que levantar nuestras cejas y seguir observando y consolando o animando a Diego. Así hay momentos en la vida de los chiquitos, no los entendemos pero debemos estar ahí en todo momento.
Por otro lado, Diego ha demostrado una vez más que el no se queda con hambre si alguien no le da nada. Esta mañana sacó una mandarina que estaba en la bolsa de mí lunch que iba a llevare a trabajar. Se fue a la sala y muy atinadamente la empezó a pelarla hasta que quitó completamente la cáscara y empezó a comer los gajos. Muy orgulloso de su logro, me ofreció de su mandarina. Buen trabajo, Diego, tu te las ingenias para todo.
No comments:
Post a Comment